Hubo
una vez un rey que dijo a los sabios de su corte: Me
estoy fabricando un precioso anillo, uno de los mejores. Quiero guardar oculto
dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación
total. Tiene que ser un mensaje pequeño,
de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Estos
sabios escribieron aquella pequeña pero gran frase en un diminuto papel, lo
doblaron y se lo dio al rey. Le dijeron: no lo leas, mantenlo escondido
en el anillo para cuando sea necesario. Ábrelo sólo cuando todo lo demás
haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese
momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino.
Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. De repente, se acordó del
anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje
tremendamente valioso: “ESTO TAMBIEN PASARA”.
Mientras
leía, caía sobre él un gran silencio y una gran paz. Aquellas palabras habían
resultado milagrosas. Dobló
el papel, volvió a ponerlo en el anillo, y al pasar el tiempo reunió a sus
ejércitos y reconquistó el reino.
El
día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración
con música, bailes… y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
De
los sabios que habían creado esta extraordinaria frase, sólo uno quedó con
vida, el cual le dijo: Este momento también es adecuado, vuelve
a mirar el mensaje. - ¿Qué quieres decir? preguntó el rey. - Ahora estoy
victorioso, la gente celebra mi regreso, no estoy desesperado, ni me encuentro
en una situación sin salida. Dijo
este sabio: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es
para la situación más placentera. No es sólo para cuando estás derrotado;
también es para cuando te sientas victorioso.
El
rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto
también pasará”, y nuevamente sintió el mismo silencio y la misma paz en
medio de la muchedumbre que celebraba.
Como
el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Momentos de
tempestad y momentos de quietud.
Pero
cuando vienen momentos difíciles y nuestra fe es probada, se despierta un mar
de de turbulencia a nuestro alrededor. Las pruebas abren la puerta de tu vida y
se instalan en las habitaciones de tu ser. Sientes que este invitado no grato
invade tu vida, tu tiempo, tu paz. Pareciera que no tiene interés en marcharse.
Pero lo más lamentable, es que te das cuenta que no tienes la habilidad de
echarlo, ni la capacidad alejarte de él.
Surge
esta pregunta ¿Qué hago ahora? El
pastor y escritor John maxwell dice lo siguiente:“No
siempre puedes controlar lo que te ocurre, pero puedes controlar lo que ocurre
en ti”
Aunque
no podamos controlar las pruebas, sí podemos manejarnos en medio de ellas. Y en
la Biblia podemos encontrar no sólo la respuesta, sino la forma necesaria para
poder salir victoriosos de ella.
“Hermanos míos, considérense muy
dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que
la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz
término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada”. Santiago 1:2-4 NVI
Acá te dejo tres cosas que se deben tomar en cuenta en el momento que nuestra fe es puesta a prueba:
1.
Considérese dichoso.“Hermanos
míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas
pruebas”
Esta
carta fue escrita a una iglesia bajo presión. No estaban siendo llevados al
martirio, pero estaban sufriendo persecución económica y opresión.
Esto
producía angustia, desesperación, molestia, a tal punto que la fe de los
creyentes muchas veces se debilitaba.
No
estamos tan aislados de estas realidades. No sufrimos martirio, pero estamos
siendo distraídos bajo otras formas, que si las examinamos, pueden
alejarnos del propósito de Dios y distraernos de lo más importante.
Para
los que no son cristianos las pruebas son una penosa e incómoda circunstancia, pero
para el cristiano debe ser considerada como una gran oportunidad para
afinar su vida.
“Por eso, aun cuando por algún tiempo
tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense!” 1 Pedro
1:6 BLS
1.1 Con una actitud distinta.
La vida es 10% lo que me
pasa y 90% cómo reacciono a ello.J.M
“Gracias a mis cadenas, ahora más que
nunca la mayoría de los hermanos, confiados en el Señor, se han atrevido a
anunciar sin temor la palabra de Dios”.
Filipenses 1:14 NVI
“Alégrense
siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!”Filp 4:4 NVI
“…pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Filipenses
4:11B
1.2 Siendo agradecido
“Estén
siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación,
porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:16-18 NVI
El
principio de la verdadera prosperidad es contentarnos con lo que hoy tenemos,
sea poco o sea mucho.
2.
Demuestre la calidad de su fe. “pues
ya saben que la prueba de su fe produce constancia”
La
traducción más apropiada: La
demostración de la fe es paciencia.
La
mejor forma de mostrar el material del cual estamos hechos es por medio de las circunstancias
adversas.
“La
confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del
oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se
pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será
más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo
aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una
confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada” 1 Pedro 1:7 BLS
El oro y el fuego
ejemplifican la vida de fe y las pruebas
¿Cómo puedo demostrar o
desarrollar calidad de fe?
2.1 Dependiendo de Dios
Depender es como la historia de un niño
que estaba en una casa bajo llamas. Su padre le estaba diciendo que se lanzara
de la ventana para poder atraparlo. El niño le decía que no podía lanzarse
porque no lo veía. El padre le dijo. Lánzate, lo importante es que yo sí te
estoy viendo.
“No se inquieten por nada; más bien, en
toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle
gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus
corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”. Filipenses 4:6-7 NVI
2.2 Con una conducta coherente a nuestra fe.
Confianza por medio de la paciencia
2.2 Con una conducta coherente a nuestra fe.
Confianza por medio de la paciencia
Un comentarista
bíblico enseña que la paciencia en el sentido bíblico, no
es la virtud que reprime los movimientos desordenados de ira, sino la espera
paciente del auxilio y del premio divino prometido a los atribulados…
Compórtense
sabiamente con los que no creen en Cristo,
aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea
siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno. Colosenses 4:5-6 NVI
La
fidelidad no se demuestra en los tiempos de quietud sino en los tormentosos
3.
Sea perseverante. “Y
la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e
íntegros, sin que les falte nada”
La perseverancia es una
importante virtud cristiana…
La
perseverancia en sí misma tiene un efecto. Es como mantener una fina espada de
metal en el fuego hasta que esté templada. En este caso, la espada es el
creyente, el fuego es la prueba y el temple es que los creyentes llegan a estar
perfectos, íntegros, sin que les falte nada.
La
constancia o perseverancia se relaciona con la facultad que tiene una planta de
vivir bajo circunstancias duras y desfavorables.
3.1 Hasta el final
Ustedes necesitan perseverar para que,
después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido. Hebreos 10:36
- No
es comenzar, es terminar bien.
3.2 Hasta que Cristo sea formado en nosotros
3.2 Hasta que Cristo sea formado en nosotros
Sin
fricción, la gema no puede ser pulida, ni el hombre perfeccionado sin pruebas. -Proverbio
chino.
"Pero
hay más, podemos sentirnos felices aun cuando tenemos sufrimientos porque los
sufrimientos nos enseñan a ser pacientes. Si tenemos paciencia, nuestro carácter
se fortalece y con un carácter así, nuestra esperanza aumenta." Romanos 5:3-4 PDT
-
Te
hace perfecto (ideal, idóneo)
-
Te
hace íntegro (sin defecto, mejorado)
-
Te
hace victorioso…
Este
tipo de madurez se produce por aferrarse firmemente a la fe durante el fuego de
las pruebas. Las impurezas del carácter serán quemadas. El resultado final no
será sólo la madurez, sino la plenitud.
Para concluir...
Una guitarra cuando es nueva, sus cuerdas
vienen con poca tensión, y se debe tensar las cuerdas para dar buen sonido. Al poco tiempo pierde su afinación, porque sus cuerdas son
nuevas y necesitan ser tensadas cada cierto tiempo mientras sea necesario.
Cuando
vengan pruebas, y sentimos que la tensión está aumentando, y pareciera que
nos fuéramos a romper, recuerda que tú eres el instrumento que Dios está
afinando para sacar de ti lo mejor. Sacar el mejor sonido y la mejor la mejor
melodía. Para su gloria...
¡Es
un privilegio estar en manos del maestro!