domingo, 22 de marzo de 2015

¿Cómo desarrollar y mantener el ritmo espiritual?

      Hace unos meses decidí retomar ciertas cosas. Esas cosas eran caminar un poco más, trotar algunas veces, como también jugar fútbol de una a dos veces por semana.

Me costó un poco tomar el ritmo, pero poco a poco empecé a acostumbrarme, y me estaba yendo muy bien. Pero hace unas semanas, Papá enfermó, y estuvo casi dos semanas en la UCI y eso hizo que todos nos abocáramos a él y a la circunstancia. Todo giraba en torno a mi padre. Estaba tan dedicado a eso que suspendí el ritmo que llevaba, me ausenté unos días del trabajo en la Iglesia y mis cosas personales.

Cuándo papá dio señales de mejora, decido regresar a Maracaibo, y un jueves por la noche, decido ir a jugar y a retomar el ritmo. La sorpresa fue que, al iniciar el juego, a los cinco minutos, estaba agotado y ahogándome, como si estuviera meses sin jugar. Esto fue por la inactividad que tuve por más de una semana, y aunque yo quería dar más, mi cuerpo no aguantaba el ritmo del juego, no tenía las condiciones.

Es increíble que con sólo una semana de inactividad sucedan estas cosas.
          Y hablando de inactividad. ¿Sabías que una vida sedentaria es la fórmula perfecta para desarrollar enfermedades? Alguien sedentario tiene mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y diabetes, incluso sin importar la dieta ni el peso de la persona.

         Pero cuando se tiene una vida activa, cuando mantenemos un ritmo, sucede obviamente todo lo contrario, vivimos de forma más saludable.

Lo mismo sucede en la vida cristiana. Mientras más activo estemos espiritualmente, mejor nos irá. Y mientras más inactivo, sucederá todo lo contrario.

Pero hay momentos que en el camino, en tu andar diario, sientes que bajas la velocidad, empiezas a sentir que las cosas no son iguales, el desánimo toca la puerta de tu vida y sin darte cuenta se instala sin que le demos permiso, y es en esos momentos donde hay un bajón espiritual en tu vida y las cosas empiezan a cambiar.

Quizá dirás: Sí yo soy uno de esos. He sentido que me cuesta mantener el ritmo y me estoy agotando. Las cosas no están saliendo como esperaba y estoy empezando a frustrarme. Siento que estoy perdiendo el ritmo que había adquirido.

Y nos decimos: Quiero mantener el ritmo, pero… ¿Cómo hago para evitar ese sedentarismo espiritual? ¿Cómo hacer para mantener un ritmo espiritual balanceado?

Y si estoy en un sedentarismo espiritual ¿Cómo hago para salir de allí? ¿Qué debo hacer para desarrollar y mantener el ritmo espiritual en mi vida?

         La buena noticia es que en la Biblia hay una respuesta. Quiero compartir un texto bíblico con ustedes que nos dará las herramientas para mantener el ritmo.

“Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe…”  Hebreos 12:1-2 NVI

Debemos entender es que la vida cristiana no es una carrera de 100 metros planos. La vida cristiana es un maratón y en una maratón no hay que quedarse parados, ni andar corriendo desenfrenadamente, hay que mantener un ritmo ideal, y es lo que Dios desea para nosotros, y de esa forma terminar bien.

Si vamos a hablar de maratón espiritual,  de mantener un ritmo, debemos ir a los especialistas en la materia, y aprender de ellos. La Biblia les llama los héroes de la fe, son aquellos que alcanzaron buen testimonio y esto nos enseña que para mantener el ritmo es necesario

1. Considerar quienes alcanzaron buen testimonio.

“Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos…”  Hebreos 12:1ª NVI

Para comprender de lo qué se trata, necesitamos retroceder un poco al capítulo 11.  En este capítulo de Hebreos, contiene una larga lista de personalidades que usted quizá conoce. Personajes como Moisés o Abraham. Y otros que quizá no conoce. Pero todas tienen una cosa en común.  Todos tenían una fe inquebrantable en Dios que no estaban dispuestos a dejar ir.

1.1      Considerar su fe.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos”. Hebreos 12:1 RV60

¿Qué me enseña esto?
 No necesito ser perfecto para seguir a Dios, necesito creerle a Dios.
Que sí tengo fe en Dios, y lo demuestro con una vida dependiente me irá bien

1.3      Considerar sus circunstancias
“Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón.  Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado”.   Hebreos 11:24-25 

¿Qué debo considerar?
Las circunstancias que viva, las debilidades y el pecado no son razones para abandonar, sino para seguir.

1.4      Considerar sus victorias
¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros”. Hebreos 11:32-34NVI

¿Qué nos enseña esto?
Cuando padezca, debo recordar que otros también padecieron, y negarme a rendirme. Debo recordar que si ellos vencieron, entonces yo también puedo vencer.

Estos testimonios nos motivan a vivir por la fe, pero también a deshacernos de cosas innecesarias. 

2. Aligere su equipaje.

“…despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante…” Hebreos 12:1b NVI

1.1      Del pecado
“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”. 1 Juan 1:9  NVI

1.2      De estorbos
El segundo peso del que nos habla,  es el relacionado con dejar ir aquellas cosas innecesarias. Esta es un poco sutil, pero peligrosa, porque no se trata necesariamente de pecado pero de igual forma te impide disfrutar de lo que Dios tiene para ti.

Se podría tratar de algo tan simple como horas desperdiciadas enfrente del televisor, la internet, algo que le guste pero que le roba el primer lugar a Dios.



Para mantener el ritmo espiritual, hay un tercer elemento importante, y pienso que es más importante que los primeros dos, ya que los dos dependen de este. Y es que para mantener el ritmo en la vida Cristiana es necesario enfocarnos en Jesús.


3.  Enfócate en Jesús.

“Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe…”  Hebreos 12:2 NVI

Antes de seguir avanzando, note lo que él no dice que mantenga sus ojos en un evento, actividades, una buena conducta otro tipo de cosas que le puedan venir a la mente. Es únicamente cuando usted mantiene los ojos en Cristo y solo en Él que usted encontrará la fuerza y la motivación para resistir esa maratón llamada vida Cristiana.

Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:1-2 NVI

Mientras más enfocados estamos en lo espiritual, menos nos preocupamos por los problemas terrenales.


Muchas personas pudieran estar en sedentarismo espiritual y no darse cuenta.

El medio para medir la vida espiritual es su relación y compromiso con Dios.

Lo que quiero es conocer a Cristo y experimentar el poder de su resurrección. Quiero compartir con él sus sufrimientos. También quisiera ser como él en su muerte," Filipenses 3:10 PDT


Imagina por un momento, cómo pudiera o debiera ser tu vida si aplicaras a diario estas tres cosas. Tomaríamos mejores decisiones, manejaríamos mejor nuestra vida, fuéramos mejores padres, esposos, hijos, trabajadores.

Disfrutaríamos de lo mejor de Dios, de los mejores beneficios, de las mayores victorias.

viernes, 13 de marzo de 2015

Enfocados en el blanco


Hace algunos meses escuché esta interesante declaración. “Tu ruta determina tu destino, no tus intenciones” Esto nos dice que, muchas veces,  tenemos el deseo o la intención de realizar algo, pero en la práctica no lo llegamos a cumplir. 

Es como que sí unas personas planearan viajar al norte y toman dirección hacia el sur, sería una cosa contradictoria. Pero en la vida, así sucede muchas veces, y más de lo que pensamos. Nos establecemos metas personales pero en la práctica tomamos otra ruta que nos lleva a un destino distinto.


      Debo reconocer que muchas veces me ha sucedido esto. Deseo algo pero en el camino vienen distracciones y me desvío del camino y,  sin darme cuenta tomo otra ruta que me lleva a un destino diferente, y cuando me doy cuenta ya es demasiado tarde.

      Como por ejemplo. Cuando quiero realizar una actividad o una enseñanza, tiendo a distraerme con cosas que me roban el tiempo y el pensamiento, aun sabiendo que en realidad deseo hacer es algo importante. (Mi deseo es terminar una actividad o enseñanza) (La ruta que estoy tomando son otras actividades que me están alejando de mi intención inicial) y lo peor es que no me estoy dando cuenta.

Suena el teléfono, reviso los mensajes, luego me dan ganas de revisar el Facebook, twitter, instagram y el correo electrónico. Para colmo, me estiro. Me dan ganas de ir al baño, de tomar agua, y pienso que sería una gran idea comer algo para estar más cómodo en lo que quiero realizar, y así estoy por un buen rato. Hasta que noto que ha pasado mucho tiempo, quizás horas sin hacer lo que en realidad necesitaba o debía hacer. Es una sensación desagradable, sobre todo cuando te das cuenta que no has hecho nada.

No creo ser el único que pasa con estas cosas y quizás puede ser tu caso también, y sientes que tienes ese problema, y cuando somos jóvenes mucho más, deseamos hacer algo y sin darnos cuenta tomamos otra dirección, recuerda la frase “Tu ruta determina tu destino, no tus intenciones” Te cuesta mantenerte enfocado. Quieres iniciar algo nuevo en tu vida y se te hace difícil mantener el rumbo porque surgen todo tipo de distracciones, de cualquier color, cualquier tamaño y especie. A veces son pensamientos, necesidades, en ocasiones son personas, situaciones, incluso las cosas que más te gusta hacer se convierte en un obstáculo de lo que en realidad debes hacer.

Quizás hace como yo haría en algunas ocasiones . Le echo la culpa a las personas y/o situaciones.

Entonces si estamos conscientes de esto surgen preguntas en nuestro interior ¿Cómo hacer para evitar tantas distracciones? ¿Cómo hacen otras personas para ser efectivas en las cosas que emprenden? ¿Por qué tiendo a dejar las cosas para lo último? ¿Por qué me distraigo tanto?  ¿Por qué termino haciendo algo que en realidad no tenía pensado hacer? ¿Cómo hago para cumplir eficientemente mis  responsabilidades?

          ¿Sabes una cosa? En la Biblia hay un principio espiritual, algo que a simple vista se ve algo simple, pero es profundo. Se ve como algo lógico pero difícil de aplicarlo a diario. Y que sí comenzamos a tomarlo en cuenta y a aplicarlo primeramente en lo espiritual, esto nos ayudará a mantenernos en la ruta que nos hemos establecidos y terminar bien.

“Ya que han resucitado con Cristo,  busquen las cosas de arriba,  donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba,  no en las de la tierra, pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios”. Colosenses 3:1-3  NVI

      Esto lo escribió el Apóstol Pablo a un grupo de personas como tú y cómo yo. Con defectos, debilidades, con mucho que mejorar pero con muy buenas intenciones, conocer más a Dios pero que lamentablemente la ruta que estaban tomando era contraría a lo que ellos deseaban. Estaban distraídos, estaban desenfocados.

      Entonces el Aposto Pablo conociendo sus intenciones mira que la dirección que están tomando no es la adecuada. Se da cuenta que ese camino los va a meter en grandes problemas y ellos no lo han notado. Entonces es como si les dijera ¡Esperen, en esa dirección no es!
¡Deténganse!

 ¡Sí ustedes son cristianos, no es en esa dirección a la que deben ir!

¡Enfóquense!

Y les dice:
“Ya que han resucitado con Cristo,  busquen las cosas de arriba,  donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.”

¡Si son cristianos, es “en esta dirección” en la que deben ir!

     Aparentemente ellos estaban enfocados en una vida religiosa, es decir, quizá ir a la Iglesia, participar de las actividades, decir que eran cristianos, pero que no estaba generando fruto, y no vivían de manera correcta, y tal vez nadie veía nada en especial en ellos y eso era preocupante.

   Hoy día está sucediendo lo mismo, muchas personas desean seguir a Jesús pero lamentablemente la ruta que están tomando es en dirección contraria a lo que ellos dicen.
Y quizá es tu caso, vienes a la Iglesia, dices conocer y amar a Dios, te identificas como cristiano, pero en la práctica contradices tu creencia y es lamentable eso. Pero como te sucede a ti, también le sucedió a esta Iglesia hace muchos, muchos años.

     Los problemas que las personas en aquellos tiempos luchaban en cierta forma siguen siendo los mismos problemas con lo que nosotros luchamos.

      Pero también, las solución que le dio el Apóstol Pablo es una que sigue teniendo valor en estos tiempos y si la llegamos a aplicar veremos cambio favorables en nuestra vida espiritual y en todas las áreas de nuestra vida.

1.  “Concentren (enfoquen) su atención en las cosas de arriba,  no en las de la tierra
Poned la mira en las cosas de arriba,  no en las de la tierra”. RV60
“Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra”. NTV
Concéntrense: Tiene que ver también con ejercitar o entretener la mente.

Enfocarse trae grandes beneficios.

Sea en aprender un tema, un instrumento, una actividad te sale las cosas bien. Si no aprendes a concentrar tu esfuerzo en las cosas esenciales de la vida no podrás ser un especialista en la materia de la vida.


2.   ¿En qué debo enfocarme?     “…en las cosas de arriba”

¿Cuáles son las cosas de arriba? ¿A qué se refiere? ¿Mirar al cielo?

Ahora bien, hay un peligro acá que hay que tomar en cuenta. Se puede creer que buscar las cosas de arriba es vivir una vida religiosa, de apariencia y maquillada, y esa no es la idea.
Eso fue algo que había creído la Iglesia de Colosa. Creía que con una vida de apariencia (religiosa) estaban agradando a Dios

El capítulo 2:20-23 el apóstol Pablo les dice:
Si con Cristo ustedes ya han muerto a los principios de este mundo,  ¿por qué,  como si todavía pertenecieran al mundo,  se someten a preceptos tales como: "No tomes en tus manos,  no pruebes,  no toques"? Estos preceptos,  basados en reglas y enseñanzas humanas,  se refieren a cosas que van a desaparecer con el uso. Tienen sin duda apariencia de sabiduría,  con su afectada piedad,  falsa humildad y severo trato del cuerpo,  pero de nada sirven frente a los apetitos de la naturaleza pecaminosa.”

No es vivir una tradición.  Es buscar, interesarse, concentrarse  y ocuparse en las cosas verdaderas. Es vivir a Dios realmente.

Muchas personas hoy día pueden estar viviendo una religión, creyendo que están viviendo verdaderamente a Dios en su vida. Y es todo lo contrario al deseo de Dios.
Reglas y enseñanzas humanas son en cierta forma algo que Dios quiere que no prestemos atención ni nos ocupemos en ellas porque es una pérdida de tiempo.

¿A qué se refiere entonces? ¿Cuáles son las cosas de arriba?

Se refiere a que mis pensamientos, intereses y acciones deben ir dirigidos a vivir una vida de amor, misericordia, justicia, pureza, propósito. ¡Agradar a Dios!

Nuestro objetivo debe ser el de Dios, que me parezca a Cristo. Romanos 8:29
Es decir, pensar como Jesús. Mirar, escuchar, hablar, reaccionar como Jesús.
Amar, como el ama, perdonar como él perdona. Ser lo más parecidos a Él.

3.  En lo que “no” debo enfocarme   ….en las de la tierra

¿Cuáles son? ¿A qué se refiere?

¿Quiere decir que no debo estudiar, prepararme, cumplir con mis responsabilidades? No se refiere a eso.

Estamos llamados a prepararnos, a surgir, ser prósperos en esta vida. A que todos lo que emprendas lo hagas bien. ¿Sabes por qué? Porque tus obras, sean cual sean deben hablar de Dios, deben exaltarlo.

¿Significa que solo debo pensar y dedicarme a Dios totalmente y olvidarme de lo demás, de mis seres queridos? ¿Significa que no puedo hacer lo que me gusta como el deporte, salir, ver películas, viajar etc.? Tampoco se refiere a eso.
Pero hay cosas de abajo que si puedo estar enfocado.
¡Pero la prioridad debe ser Dios!

Se refiere a aquellas cosas que pueden ser de impedimento, a buscar las cosas de arriba. La Biblia lo revela.

“No amen al mundo ni nada de lo que hay en él.  Si alguien ama al mundo,  no tiene el amor del Padre. Porque nada de lo que hay en el mundo los malos deseos del cuerpo,  la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida-- proviene del Padre sino del mundo”.
“El mundo se acaba con sus malos deseos,  pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. 1 Juan 2:15-17  NVI

Según el apóstol Juan en el mundo hay cosas que nos pueden distraer y desviar de la voluntad de Dios y estas son: Los deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida.



Nuestra mente recibe (400.000 millones) de Bits de información por segundo
85% de eso lo percibe la vista

Y estamos conscientes sólo de 2000 Bits (0,1%) de información por segundo

Esto quiere decir que estamos perdiendo el 99,9% de lo que ocurre a nuestro alrededor

¿Qué ocurre si estamos mal enfocados? Si estamos atentos de algo que en realidad no queremos

En nuestra vida sucedo exactamente aquello en lo que estamos pensando.



Esta información me hizo entender algo importante

1.   Tenemos la tendencia a concentrarnos en aquello que no queremos hacer.

2.   En nuestra vida viene aquello en lo que estamos pensando, y si pienso en lo que no debo hacer, terminaré haciendo lo que no quiero hacer.

3.   Que el orden de este versículo es el correcto y sugiere lo correcto. “Concentren su atención en las cosas de arriba,  no en las de la tierra”

     -      Concentrarme en lo que debo hacer, y no en lo que no debo hacer
     -      Debemos aprender a enfocarnos en lo que queremos, no en lo que no queremos.

No dice: “Concentren su atención en evitar las cosas de la tierra”

“Nuestra mente debe estar saturada de lo que queremos y debemos hacer


Para pensar y discutir en grupo.

1.   ¿Se puede hacer algo eficientemente sin estar concentrados? ¿Por qué?
2.   ¿Qué es poner la mirada en las cosas de arriba?
3.   ¿Hay alguna forma de pensar que tenemos la mirada en las cosas de arriba y no estarlo? ¿Por ejemplo?
4.   ¿Por qué muchas veces terminamos haciendo lo que no queremos hacer?
5.   ¿A qué nos motiva esta enseñanza? ¿Qué aprendí? ¿Qué debo evitar?


Aplicaciones finales.
Debemos aprender a enfocarnos y concentrarnos en las cosas de Dios, esto implica que debo interesarme más, atender mucho más, dedicar más y ejercitar mi mente y corazón en esta actividad haga que se haga un hábito en mi vida.


Imagina por un momento como pudiera o debiera ser nuestra vida si pudiéramos enfocarnos mejor, si colocáramos a Dios como prioridad. Cuantos problemas, decepciones o tragedias pudiéramos evitar. Cuantos logros alcanzar.

Imagina como sería tu vida si pudieras día a día aplicar este principio, lo bien que te iría en todas las áreas de tu vida. En casa, en los estudios, en tus relaciones, proyectos, en tu familia, en la Iglesia.