viernes, 22 de agosto de 2014

Enanos espirituales

Dios no necesita enanos en su servicio. Claro que no se trata de enanos en el sentido literal, sino a enanos de mente y corazón. Enanos espirituales. 

Señor ¿seré yo un enano?  Zaqueo fue un hombre pequeño, pero su corazón resultó ser el de un gigante.  Ya que le creyó a Dios, y su vida dio un giro de 180 grados.

       Muchas veces se puede pensar que la vida cristiana consiste en eventos, donde lo que  importa es asistir un domingo a la iglesia y recibir una pequeña dosis espiritual. La vida Cristiana es un proceso donde nos vemos involucrados en el plan maestro de Dios, y su plan es que crezcamos y seamos como su hijo Jesús.

      Cuando hablo de enano espiritual me refiero a aquella se niega a crecer espiritualmente y a comprometerse en la obra de Dios a través de la Iglesia.  Si pudieras observar, hay una gran cantidad de personas que se identifican con el cristianismo, y profesan ser cristianos pero su vida no da evidencia de que eso sea una realidad en ellos. ¿por qué eso? Porque para ellos no es una prioridad y se han negado crecer, y solo eso se logra teniendo una relación intima y creciente con Dios.

     Cuando hablo de relación intima y creciente me estoy refiriendo al tiempo que le dedicas a Dios diariamente. Pasar tiempo juntos, donde te comunicas con Él por medio de la oración y recibiendo respuestas por medio de su palabra. 

   Cada Domingo que te congregas a una Iglesia yo creo que cada líder o pastor hace un esfuerzo por compartir una verdad espiritual que puedas comprender, verla útil para luego aplicarla, ya que eso, sumado a tu relación con Dios va a provocar en ti un crecimiento espiritual que se reflejará en tu conducta, pensamientos, decisiones y compromiso con la Iglesia donde Dios te ha colocado. 

    Por eso es importante hacerte nuevamente esta pregunta ¿Seré yo un enano? ¿En que áreas estoy descuidado? La buena noticia es podemos mejorar nuestra condición espiritual si apuntamos al crecimiento integral par nuestra vida.  

«Crezcamos en todo hacia aquel que es Cristo» (Efesios 4.15).  No es la voluntad de Dios que yo permanezca como un bebe espiritual. Señor, ¡ayúdame a crecer y madurar a la medida de Cristo Jesús! Él no sólo es el Camino ¡sino mi Destino!




Idea tomadas de desarrollocristiano.com


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