Dios no necesita enanos en su servicio. Claro que no se trata de enanos en el sentido literal, sino a enanos
de mente y corazón. Enanos espirituales.
Señor ¿seré yo un enano? Zaqueo fue un hombre pequeño,
pero su corazón resultó ser el de un
gigante. Ya que le creyó a Dios,
y su vida dio un giro de 180 grados.
Cuando hablo de relación intima y creciente me estoy refiriendo al tiempo que le dedicas a Dios diariamente. Pasar tiempo juntos, donde te comunicas con Él por medio de la oración y recibiendo respuestas por medio de su palabra.
Cada Domingo que te congregas a una Iglesia yo creo que cada líder o pastor hace un esfuerzo por compartir una verdad espiritual que puedas comprender, verla útil para luego aplicarla, ya que eso, sumado a tu relación con Dios va a provocar en ti un crecimiento espiritual que se reflejará en tu conducta, pensamientos, decisiones y compromiso con la Iglesia donde Dios te ha colocado.
Por eso es importante hacerte nuevamente esta pregunta ¿Seré yo un enano? ¿En que áreas estoy descuidado? La buena noticia es podemos mejorar nuestra condición espiritual si apuntamos al crecimiento integral par nuestra vida.
«Crezcamos en todo hacia aquel que es Cristo» (Efesios 4.15). No es la voluntad de Dios que yo permanezca como un bebe espiritual. Señor, ¡ayúdame a crecer y madurar a la medida de Cristo Jesús! Él no sólo es el Camino ¡sino mi Destino!
Idea tomadas de desarrollocristiano.com
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