lunes, 20 de octubre de 2014

Emocionalmente Sano: "Mucho don, poco carácter"

   Recuerdo una vez que le dije a un buen amigo.... Hermano, ¡esta señora es muy complicada!, no se puede hablar mucho con ella, se ofende muy rápido y tiende a ser muy conflictiva. Y concluí diciendo... "tiene un carácter muy fuerte"

Este amigo me dijo: No José, no tiene un carácter fuerte, tiene  un carácter muy, muy  débil...

   Aprendí algo que recuerdo hoy muy bien, personas así son débiles de carácter, ya que son incapaces manejarlo de la mejor forma. Y
 como consecuencia, tienden a hacer mucho daño. 

Se aplica del dicho que dice: "Lo que construyeron con sus manos lo derribaron con sus pies. (actitudes)

   Lo interesante de esto, es que esta persona era alguien que ama a Dios, sigue a Dios, se destaca en dedicar mucho tiempo a la obra de Dios y a disciplinas personales tales como la oración, la lectura, el ayuno. Es muy conocida y admirada por su entrega, dedicación, pasión, y hasta hace cosas que nadie puede hacer... 

Tiene liderazgo, dones, capacidades, tiene lo que cualquier persona pudiera catalogar como todo lo necesario para triunfar, peeeeero, no tienen buen manejo de sus emociones, y es tosca . ¿Aja y entonces?

Dicho en otras palabras: "Mucho don, poco carácter.....! (Así nos pasa)

    Hablando de ser emocionalmente sano, lo ideal es que nuestro crecimiento sea integral. Howard Hendricks en su libro  "Enseñando para cambiar vidas"  nos dice que Jesús tuvo un crecimiento integral, y nos enseña ese principio a través de Lucas 2:52

«Jesús crecía», se nos dice, en cuatro áreas:


1.    Crecía «en sabiduría». Ese es el desarrollo intelectual.
2.    Crecía «en estatura»  desarrollo físico.
3.    Crecía «en gracia para con Dios»  desarrollo espiritual.
4.    Crecía «en gracia para con los hombres» -desarrollo social y emocional.


 Esto es crecimiento integral. Esto es lo que hace la vida cristiana dinámica y no estática. En cada área importante de su vida pregúntese: «Señor, ¿cómo me va?» En algunos de estos saldrá bien, y en otros, saldrá mal.

Aquí hay un gran problema, y es que, si somos sinceros, nos daremos cuenta de que hay muchas cosas en las que estamos desarrollados, y en otras no tanto. Veremos que, hay algunas en las cuales le damos suma prioridad, y otras, ni tomamos la molestia de dedicarle. 

Esto sucede por el defectuoso modelo de discipulado que hemos recibido. (Debió ser integral) Lo emocional ha sido abandonado, menospreciado o incluso separado en muchos círculos cristianos.

Por ejemplo, en el cristianismo hay muchas tendencias, grupos, e intereses tan diversos. Hay quienes quieren divorciarse de la razón. Quienes se mueven más por lo que sienten, lo cual llamo "Emocionalismo" que es cuando las emociones te controlan. Como alguien que está siendo controlado por los efectos del alcohol, lo cual es peligroso. Y como resultado, tienden a sacar de sus vidas la razón, la reflexión, el cuestionamiento, diciendo que la fe es contraría a la razón, lo cual estoy en desacuerdo. 

Pero esperen, todavía no tiren las piedras por favor...

También hay aquellos que son todo lo contrario (los cabeza cuadrada), que tratan de evitar lo emocional, y todo lo enfocan a la razón, y tienden a suprimir lo emocional, diciendo que no va con lo espiritual. Guardan en lo más profundo de su ser todo problema emocional que experimentan, ya que reconocerlos es muestra de debilidad y de espiritualidad frágil. Entonces tenemos a dos grupos o más, los que quieren anular la razón, y los que quieren anular lo emocional de lo espiritual.   ¿Entonces?

Pero en la Biblia yo veo que las dos cosas se integran sin ningún problema. 
Por ejemplo, el Nuevo Testamento fue escrito en Griego, el idioma que era el "boom" de aquel tiempo. Con las palabras más ricas y de mayor profundad, (de allí muchos pensadores y filósofos) e incluso el Apóstol Juan para referirse a Jesús como Dios y la razón de todas las cosas usa la palabra "logos"  (Juan 1:1)

“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.” Juan está presentando a Jesús con un término con el que los lectores tanto judíos como gentiles estaban familiarizados. La palabra griega traducida como “Verbo” en este pasaje es [logos] y era común tanto en la filosofía griega como en el pensamiento judío de esa época... 

Tenemos entonces que la razón es importante, pero también tiene valor el hecho de que seamos seres emocionales. Como diría una amiga que es psicólogo: somos seres "Bio-Psico-social-espiritual" (Creo que así es la frase)

La Biblia me habla de un Jesús con emociones. Conocía cada una de ellas, no las negaba, no las ocultaba, pero sí las sabía manejar a la perfección. Veamos algunas evidencias.
  1. Derramó lágrimas (Lucas 19:41)
  2. Se llenó de alegrías (Lucas 10:21)
  3. Se enojó (Marcos 3:5)
  4. Se angustió (Marcos 3:5; Lucas 12:50)
  5. Y otras más....
Jesús era cualquier cosa menos un Mesías emocionalmente congelado.

Ahora bien, hay quienes son como aquella mujer que les comenté al principio, fieles al Señor, dedicados, apasionados, mártires de la fe, pero, emocionalmente inmaduros. 

 Y quizás usarán el texto de que la Biblia dice "Si alguno quiere ser mi discípulo niéguese así mismo, lleve su cruz y siga a Cristo" 

El problema es que hemos muerto por cosas equivocadas. Pensábamos erróneamente que morir para nosotros mismos por el bien del evangelio significaba morir a la preocupación por sí mismo, a los sentimientos de tristeza, a la ira, la pena, la duda, a las luchas, a nuestros sueños y deseos sanos.

No podemos divorciar lo emocional de nuestra vida, estamos llamados más bien a tener conciencia de nuestras emociones, entender que son parte de nuestra vida (Jesús las tuvo), aceptarlas y lo más importante, es manejarlas adecuadamente.

Cierro con esto. 
Si así como nos enseñaron lo importante y productivo de adquirir conocimiento a través del estudio, creo que la realidad de nosotros fuera otra si hubiéramos aprendido o enseñado el arte de conocer, forjar y manejar nuestras emociones.... 

Nos evitaríamos muchos inconvenientes.

En el siguiente post, voy a publicar un inventario sobre la madurez emocional/espiritual donde se podrán hacer un micro-examen, y ver como andan, que tan maduro somos... Yo lo hice, y fue impactante el descubrimiento, también se lo he hecho a varias personas y a muchos les ha gustado, lo aceptaron y otros no tanto. En conclusión,  hay muchas cosas que debemos mejorar..
Vamos en camino.


Si te gustó comenta y comparte. Si no, me lo haces saber....


Si hay alguna observación, bien recibida es, estoy en proceso como todos.

Saludos!!

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